miércoles, marzo 25, 2009

algunas consideraciones previas al vasito del pseudo licor de ajenjo...

Esta vez solo salí a caminar en plan escuchar las olas mientras el velero marcha en una tranquila deriva, arrastrando los pies entre la arena, con el último aliento de luz del día. Miro el celular, no hay noticias de nada, a veces es mejor así, lo guardo en el bolsillo izquierdo, uno tiene sus manías.
La noche empieza a abrazar la tierra, regatéandole claridad al día, lentamente.
Esquivo la zona empedrada y sigo caminando.
Siempre tomo hacia el oeste, supongo que no de forma consciente, alejándome de las luces de la lejana y pequeña ciudad, echo la vista atrás, eso es lo que más cuesta, saber que hay cosas que no vuelven. ¿Y porque debiera de acostumbrarme? Una vez me dijeron que siempre estaba eludiendo la realidad, y si, era cierto. Porque tendría que aceptarla si es una mierda. Ella me respondió con una mirada de desaprobación, uno de esos puntos de inflexión, supongo.
No se por cuanto seguí viaje, fumando tabaco, moviéndome despacio, tranquilo, como dejándome arrastrar por el suave viento, escuchando el susurro diciendo cosas al oído que ya no escucharé más, con la certeza de dejar lejos todo lo que podría haber querido en mi vida. ¿Una especie de borrón y cuenta nueva? Eso es imposible para mi, aunque obviamente no es un privilegio exclusivo, cada vez somos menos los que pensamos en eso. El resto prefiere seguir adelante, es más sano, es más inteligente, es mejor, sin duda, pero no puedo, sencillamente.
En eso me asalta la estúpida revelación de que la vida no es más que una colección de cosas que no pudieron ser, de los besos que ahora son ajenos, de los abrazos incondicionales que ya no lo son tanto. Todos los cafés con charlas interminables que ya no se tomarán.
Tengo un recordatorio en el celular que dice que no me olvide de olvidarte.
Me detengo un rato, miro alrededor, la noche es completa, ni la luna salió.
Quizás parezca un tanto infantil, pero la luna siempre me hace sentir más tranquilo, y me pongo a cantar bien bajito, mirá la luna, que yo la voy a mirar...
Me tiro en la arena, armo otro tabaco, respiro el aire salado.
Las estrellas brillan en lo alto, me recuesto en la arena y quedo como hipnotizado observándolas.
Visto así me hace sentir más atrapado que nunca en todo esto, en la vida diaria, en el tener que trabajar, en las cosas que perdí, en el puto planeta tierra, en la estupidez de la rutina.
Así me quedo un rato, viendo las luces en lo alto, imaginando como sería estar allí, descubrir lo que se esconde detrás del telón estrellado.
Busco alguna constelación conocida, encuentro a Orión. Se que me dirías cualquier imbécil puede hacerlo. Acto seguido la cruz del sur, y me doy cuenta de lo fácil que es hacer cruces con las estrellas, deben de haber cientos de cruces del sur, todas apuntando en distintas direcciones.
Suena el aparatejo del demonio, un amigo se acuerda de mi, eso siempre es importante.
Lo que ocurre después lo guardo para adentro, es demasiado estúpido como para hacerlo público, rato después desando el camino, con la certeza de que no aprendí nada, que las cosas siguen estando igual de desorientadas que antes,
sigo buscando una cruz del sur.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

usted es consciente de que esta sólo para solucionar su vida. siempre es asi, a veces nos engañamos pensando que siempre hay alguien que nos ayuda. eso es una falsa imagen o una falsa sensación, y ya se que suena pesimista, pero salvo los que tienen un gemelo, vinimos solos al mundo y asi nos vamos. eso es lo que aprendi despues de la última decepción amorosa. o mejor dicho fui consciente de ello.
ojala pudiera ayudarlo de alguna manera. uno quiere la felicidad de las personas que ama. pero..... como dice mi amigo leo "que difícil todo".
y se pregunta en que momento en las distintas encrucijadas de la vida, le erró de camino. porque estaba oscuro, porque al cartel algun gracioso le habia cambiado la dirección o porque uno pensó: "que demonios, vamos igual por aca".
pero usted vale mucho aunque este equivocado en algun momento. me da temor pensar que en junio cumple 27 y me hace pensar en jim morrison, y todos los que lo imitaron.
creo que es importante permanecer en este mundo aunque sea para "molestar". jaja y para servir de ejemplo sobre "lo que no hay que hacer" y mas jajaja.
en serio la mayoria de las personas lo quieren y uno siempre deja una huella en los demás que mala o buena, siempre es de utilidad.
y bueno mas nada como dice el paja. lo quiero mucho y ahora estoy empezando a entenderlo.

Coriano dijo...

Sapo despues de estar alejado de los blogs me paso. Bueno, me llegó bastante, pude respirar en sus letras la salitre del mar, esa que extraño tanto. Hace tiempo que no me siento asi como vos, y tambien lo extraño, el sentirme plenamente en conscienzuda soledad.
UN abrazo