Catarsis de martes a media tarde tirando a nache

Antes que nada, confesar que quizás no tengo demasiado que decir... hechas las advertencias, prosigo... Esta suerte de regreso del invierno siempre viene bien, queda para el futuro los días más largos, el calor insoportable, la necesidad de la cervecita helada y la mojada de patas (si, ni pieses ni cosa por el estilo, abstenerse de hacer correcciones de ortodoxia ortográfica) en la playa... en fin, los planes ya no existen, las perspectivas, marcadas por el azar y ojo, no me estoy quejando. Este grado de incertidumbre, no debiera ser necesariamente preocupante. Y entre todo, volví a escribir... si, en principio líneas sueltas, frases inconexas y cosas a ser utilizadas en alguna cosa que seguramente podrán surgir en base a colaboraciones.
Y nada, quería mostrarles algunas de estas pobres líneas. El motivo, no sabría decirlo, solo la necesidad de transcribirlo.
Previo, contarles que por motivo de hacer un mandado para un compañero de trabajo, a eso de las 9 me pidieron que fuera a Mvdeo. con pasaje pago y en horario de trabajo. Como iba yo a negar tal oportunidad de evitar un día de trabajo y tomé el ómnibus de las 10 y comencé un paseo de 5 hs. por la capital. El mandado llevó los primeros 15 min. de la hora y poco que estuve allá y vagando de vuelta a 3 Cruces y atraído por la propaganda de la vereda, caí en la tentación de entrar a un Cd Warehouse que decía a los 4 vientos que sus discos estaban rebajados hasta en un 50%. Y salí con la tarjeta completada en su saldo y en la mochila unos 4 cd nuevos. A saber, el amnesiac de Radiohead, un grandes éxitos de Blur, uno de Norah Jones y un disco de Clapton con J. J. Cale... supongo que una fructífera compra... y que no tengo ni puta idea de como llegaré a fin de mes... cuestión que no es nueva para nada.
En fin y para terminar... algunas de las líneas de que les hablaba. Abrazo grande para tod@s (que lindo que queda el @, jejejej)

Esta versión desmejorada
es lo que queda cuando decidiste
colgar los cumpleaños que vendrían
en el perchero del olvido