jueves, enero 22, 2015

Mi tracklist de 2014

Y en plan de resúmen es que aparece esta lista sobre lo que me dejó el 2014 en cuanto a música, mis candidatos uruguayos para los Graffiti!!!







y algún bonus track más viejito





domingo, diciembre 28, 2014

Èrase la vela puerca

Un disco que muestra como se puede madurar como banda, asumir la felicidad y reconciliar el pasado y las cosas vividas (pues si, este es su corresponsal mitad Paulo Coelho. mitad periodista barato de rolling stone).
Un muy buen disco, mi candidato para los graffiti de este año a disco del año y el tema Ves (con el Jaime usando la misma campera de cuero de siempre) a tema del año. quizàs hay discos o temas que a uno lo agarran en el momento justo de comprensiòn, de sentir representado el sentir de ese momento y confieso que ese tema me lo resume todo. Y bueno queridos/as, en este probablemente el ùltimo post del año, les dejo de regalo un abrazo grandìsimo de vamo arriba en el 2015 y el clip de Ves y un adelanto que incluye parte de "la calle adicciòn", primer corte del disco.





domingo, agosto 17, 2014

Charly García

Este post bien podría llamarse reflexiones baratas y zapatos de charol, puesto que viene a lugar en una escuchada que por fin me decidí a hacer del Charly de la década del 2000 y bueno, desafiando el prejuicio (o el mío propio quizás) me encontré con muy buenos temas, dos temazos que siguen a continuación, pero más allá de eso, me asombró lo sobrio de las letras, lo inteligente de la música y la certeza de que seguirá siendo lo que es, o mejor aún de lo que fue... (quizás precipitada conclusión son escucharlo de gordito y lúcido, pero bueno, si la lobotomía química a que se sometió no hizo estragos, ha de ser correcta y todo).






jueves, mayo 29, 2014

A veces

A veces la ventana se golpea con el viento mientras mi pequeño duerme a mi lado, una camita llena de peluches, autitos y el pedacito más grande de mi vida.
A veces hace frío y una frazada bien tapado con café viendo una película es un pequeño paraíso.
En ocasiones un auto pasa salpicándote en una noche fría y lluviosa y la luna observa con una calma milenaria el encuadre de una violación, de un asesinato, del sueño frío y sin hogar de un tipo de la calle o el beso largo y lento de los enamorados.
El sol rompe los ojos cuando salgo de un bar de mañana, demasiado borracho para recordar donde es mi casa y el mareo y el dolor de cabeza hacen pensar dos veces si irte con la mujer que tenés al lado o caer solo en una cama.
A veces el polvo es demasiado triste, otras tan feliz que se termina brindando con vino los fracasos anteriores.
Algunas veces vuelvo a escuchar Nirvana, como esta noche.
Y otras una sonrisa estúpida ilumina esta gris y desgastada cara como diciendo, ¿acaso habría un mejor lugar para estar? Y al final todos los caminos parecen llevarte a alguna parte, todos los desvíos parecieran desembocar en esta suerte de avenida en la que en cada esquina hay una pareja besándose, un borracho encantador cantando y una prostituta que pide un tabaco y sonríe a cambio, mientras exhala el humo con toda la clase que sus clientes jamás tendrán.


jueves, diciembre 19, 2013

El grito del canilla (Mario el diariero)

Hagan de cuenta por un momento que el video que ilustra este post no es una propaganda del diario el país.

Cuando tenía algo así como diez años y las clases terminaban, se venía el calorcito y todos los niños del barrio salíamos a jugar hasta cerca de la madrugada, cuando las madres salían a terminar con aquella maratón de fútbol, charlas de pasto, alguna que otra pelea y sin preocupaciones absurdas de la adultez aparecía Mario el diariero.
El juego se cortaba por unos minutos para acercarnos a él y con el estrechón de manos más sincero, desinteresado y divertido nos saludaba uno por uno a los cuatro o cinco de la banducha.
Todas las noches pasaba por el barrio, no se si vendía algún diario a esas horas, o si éramos una parada en su camino de vuelta a casa, la cosa es que durante años el tipo fue fiel a la cita.
El tiempo las hizo más erráticas, o acaso nosotros recién entonces nos dimos cuenta. Mario pasaba y saludaba con aliento de wisky (ahora intuyo que era wisky), posiblemente de la mala calidad del que me estoy tomando en este momento, pero el saludo y la sonrisa franca siempre estaban allí.
Una vez el canilla de nuestro barrio llegó a estar tan borracho que intentaba bajar por el edificio a pisos por debajo de la planta baja que no existían. Se daba cuenta y se iba, lo mirábamos de lejos con esa tristeza de niño que está creciendo y que de a poco se va dando cuenta que las cosas se están derrumbando
.
Si quisiera poner una fecha, no podría, la infancia se recuerda así, como momentos entreverados en el tiempo.
Mario se desvanecía mientras de a poco terminábamos la escuela (supongo). Pasaron algunas de las peleas de pibes que teníamos con el Fede, gran amigo de aquellos tiempos, los fracasos amorosos que me acompañan siempre, jejej (en aquellos tiempos cosa extraña, las mujeres, bah, las niñas digo y no tan importante) y las noches de verano se escaparon como la arena cuando uno intenta agarrarla y una noche recién empezadas las clases (con resacas de juego en el barrio hasta tarde) apareció la hija de Mario, una mina que no llegaría a los dieciocho, pero que la vida difícil hace parecer muchos más, preguntando por su padre, si lo habíamos visto en los últimos tiempos, y lo cierto era que no.
Desde aquella noche los apretones de mano en que consistían en nuestro ritual y las breves charlas se terminaron.
Desde aquella noche Mario faltó a la cita y ahora unos veinte años después, de faltar yo, de silencios y entierros en la memoria, la noche del domingo, mientras en el barrio tocaba el Jaime el grito del canilla, me acordé de nuestro canilla, de nuestro vendedor de diarios y le debía al menos este pedacito de historia.

Sonó el grito del canilla, muy bien la banda, el Jaime impecable, pero como todo en la vida faltaban cosas, o mejor dicho, gente. Aquella noche no estaban ni el Canario Luna ni Mario nuestro diariero y la sensación de que se perdió demasiado de aquellos tiempos o de que quizás me estoy viniendo viejo y este es solo otro síntoma.

Esta noche brindo por vos, con un wisky digno de la ocasión y un tabaco para limpiar el aire.

http://www.youtube.com/watch?v=eZiRHKQv-xM

martes, septiembre 24, 2013

The Beta Band - The three Ep`s

Estimados les dejo con el disco del mes... en 1998. Si, claro, no me digan que esperaban alguna ediciòn nueva! es una muy buena banda indie britànica, que algunos sacaràn de la pelìcula Alta Fidelidad, con el gran John Kusack.
y bueno que màs decirles que se hagan un cafè, o un wiskicito con hielo y lo dejen sonando a ver que les parece.


martes, septiembre 17, 2013

De estrellas, melancolía y otras estupideces

¿Quien podría decir que el universo mismo no inspira melancolía de por si, si la naturaleza o la mortalidad no nos inculca eso desde el nacimiento, o quizás, ya que el desvarío parece no tener límites, si esta naturaleza melancólica del universo no nos está grabada en una suerte de memoria genética?

Pues resulta que de las cosas más corrientes y asombrosas de esta vida como la es el cielo nocturno no es sino el reflejo que cosas que ya no están. Como nuestros ojos interpretan como realidad estrellas que hace milenios que no existen, como su brillo nos deja un poquito de luz en medio de la negrura absoluta de la noche.
¿Que nos impide asociar esto con por ejemplo el brillo que dejan los amores que ya no están?
¿Como fingir que ya no existen luego de apagados si aún brillan en las noches como las antes mencionadas estrellas?
¿Será este otro principio inevitable de las cosas? Es decir, el carácter melancólico de la vida.
A veces esas estrellas apagadas hace tanto, esos amores terminados (por no decir acabados para que ningún aspirante a cómico haga el chiste fácil) brillan tanto que no nos dejan dormir por las noches.
Digo, después de tanto divague, ¿es tan malo?

Todo esto mientras suena por los parlantes un programa reciente de Dolina.