miércoles, julio 04, 2012

Todo lo que pudo ser (Explicando las eventualidades)

Todo empezó cuando naciste, culpa de tus padres diría Freud, algunos siguen esa línea de razonamiento con eso de que los primeros cinco años son los que determinan los restantes, eludiendo alegremente todo lo ocurrido en los subsiguientes. A mi me deprimen mis cupleaños, en realidad no se bien porque... será un recuerdo de nuestra mortalidad que mezclado con las pildoritas de la infancia y los alcoholes posteriores provocan ese malestar mental, o acaso las interrogantes provenientes del estoy donde quiero estar? será por las personas que uno pierde en el camino? la interrogante sigue en pie y los años transcurren, el universo sigue en expansión sin importarle los dilemas de los que uno hace un universo que se achica día a día... parafraseando al más grande farsante musical podría adoptarse la frase póngale años a su vida... extraído del manual de la mujer cincuentona con problemas sentimentales. Entre tanto los polvos se suceden con las acompañantes de ocasión, los amores pasan y entretanto uno se aburre, se enoja, pierde el tiempo en sentimientos estúpidos como los celos, el desamor, o el preguntarse, estoy perdiendo el tiempo? Será que al final es el tiempo el que se pierde de uno y que cuando nos llega la hora final no es más que el tiempo diciendo: -Te encontré? la tierra da una vuelta más mientras escribe un tipo cualquiera estas estupideces a las nueve de la noche de una noche bastante fría, echando de menos un montón de cosas, mirando por la ventana un pueblo absolutamente desolado y mi única preocupación es... café o algo con alcohol? y ustedes dirán no sin razón, ¿y a quien mierda le importa? Brindo por esta noche, que bien podría ser la última de alguien cualquiera, o la primera...

2 comentarios:

Coriano dijo...

No tengo el suficiente talento, ni las bolas como Dalai, para mandarme un mejor comentario que el post como usted ha dicho, jeje, me gustaron ambos post, bañados de esa tristeza algo nostalgica algo desolada, como siempre se encuentran en sus palabras. Un abrazo desde algún lugar tan lejano como cercano del mundo.

Martín dijo...

Buena maraca, te "echo de menos" a vos también