El cielo amaneció cubierto y al final las amenazas concluyeron en lluvia por la noche.
La estufa a leña se prende y calienta el living, mientras los fantasmas de otros tiempos se desperezan y se acercan al calor, la casa se llena ruidos sin sonido que recuerdan a otras épocas.
Miro hacia atrás y las frazadas del sillón se revuelven, con espectros de alguna pareja feliz que se abraza y se besa y el frío vuelve cuando intento acariciarle el pelo y se desvanece como el humo de un cigarro.
Debajo del marco de la puerta el pueblo vacío se abre tras la cortina de agua, con los árboles moviendo las ramas como si fueran parejas bailando con un tempo irregular y la luna brilla por su ausencia. Las gotas cubren el piso y llenan la calle de promesas incumplidas.
El futuro en el cielo
Hace 3 años.