Pues resulta que uno se toma un ómnibus para fugarse un par de días al este, subiendo a eso de las 10 de la noche, pensando una hora y cuarenta y cinco minutos de dormir medianamente cómodo, calentito si hace frío o fresquito si hace calor.
Y bueno, se acomoda esta persona en cuestión (o sea, yo) y cuando ya está saliendo el bus, una pareja sube medio sin asiento, ya atrasando el coche y el chofer, que ellos habían guardado algo en la parte de abajo les pregunta: - agarraron el mate?, no, los boludos lo dejaron abajo.
Acto seguido la señorita baja y se toma tranquilamente su tiempo, pues bueno, plan carnaval pensé, ya pensando en el gin tonic que me tomaría al llegar casi a medianoche y volví a acomodarme.
A los diez o quince minutos, la señorita del asiento de adelante, una migrante colombiana venía hablando animadamente sobre su situación en Uruguay y me dije, bueno, es una charla de teléfono, tarde o temprano terminará, luego de un monólogo de otros quince minutos apróx. veo que la minita del mate le responde algo, a lo que la señorita de su lado se enfrasca en otro tramo esta vez de media hora en que seguía charlando.
Y bueno, aunque no puedan creerlo, luego de apagadas las luces del bus, hora de dormir (y de callar) siguió la conversación, intenté dormir, lo juro, lo intenté, pero era imposible, la charla seguía y era casi que un monólogo y yo pensaba pobre la del mate, se debe querer matar, pero apenas su interlocutora hacía un silencio, la otra se veía en la obligación moral de seguir hablando y así siguieron todo el camino!
Pero eso no fue todo,porque cuando creí que quizás igual eso podría soportarlo, el flaco que iba con la flaca (y que se terminó sentando a mi lado), prende su celular y pone a todo volúmen un video de youtube en que un pinta con voz de digo cosas importantes se pone a hablar de de Foucault, si señores, señoras y señoritas, una media hora de video a nivel secundaria hablando del concepto de poder según Foucault.
Lo odié, me fui despidiendo de la poca cordura que me queda y tanteando la mochila en busca de los auriculares, para darle en mano a mi compañero de asiento, veo que los había dejado en mi morral de pseudo hippie que tengo y bueno, a bancarse el viaje me dije y llegué y tomé el gin tonic, y me fui a dormir.
El futuro en el cielo
Hace 3 años.
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