viernes, agosto 09, 2019

Pero me llevo contento, Chau chau Claudio

Esta mañana, recuperando el sueño perdido amanecí con un mensaje de ella que me decía si me había enterado de lo que le pasó a Claudio Taddei. De inmediato empecé a buscar en la red y aparecieron las noticias de su muerte. Una tristeza llegó de golpe y se quedó. Podían haberme dado la noticia tres mujeres distintas, me la dio la última con quien más compartimos mañanas, tardes y noches escuchando sus canciones,fuimos juntos a verlo y bueno. Esta no será una crónica a la altura de lo que significa Taddei como músico, obviamente, ni siquiera una noticia imparcial, será una historia de como ha estado presente en mi vida la música de Claudio y de como uno a veces adopta gente (que en realidad nunca conoció personalmente), pero que su música, o cuando lo viste tocando te transmitió cosas tan fuertes que quedan grabadas, esto más que la noticia de una muerte, es el festejo de haberlo conocido (musicalmente nomás) y de como sigue vivo a través  de los que quedamos.

Por orden cronológico...
Sería fines de los noventa (antes de la internet, no quedan noticias de aquello), hacía unos meses yo con unos 15 o 16 años había comprado el cebras nácar y rubí, así como la iguana en el jardín y quería escuchar al tipo que me había hecho empezar a cantar (ponía el disco y cantaba todos los temas, uno tras otro), una tortura para mis viejos y hermanos, jejeje y or la X FM u Océano, me entero que tocaba en la playa Pocitos gratis. Era sábado si mal no recuerdo, y me tiré hasta allá! Lo vi sonando con la banda,  igual al cebras nácar, vestido así y fue mi primer recital al que fui solo, uno de los que marcan en la vida.
Ya en los principios de los 2000 y con la primera de las mujeres con quien compartí la afición y el gusto por Taddei, cae una tarde esta señorita, re contenta diciéndome que se cruzó con Claudio en el Disco de 8 de octubre y le pidió un autógrafo!!! jajajja, que aún guardo en un papelito entre mis tesoros, que decía algo así como que "no te creas el cuento del tío" y un abrazo.
Fuimos a verlo a la Zitarrosa, ya con otros discos mucho más personales y menos producidos a cuestas, que fueron marcando su cambio, no tanto musical, sino más bien personal, en el que el loco escribió un montón de cosas muchísimo más cotidianas.
Luego lo escuchamos con mi vieja en el club Banco República, él y su hermana Rossana, tambor, guitarra y voces, un toque lindísimo, re cercano a la gente (como siempre fue cuando tocaba), con una alegría difícil de explicar, en lo toques de Taddei siempre sentí eso, y luego fue mucho más fuerte, ya lo contaré. El pequeño Romeo cantaba con él dormite tranquilo!
Más adelante cuando conocí a la segunda señorita importante (por orden cronológico), le dejé de regalo el disco espantapájaros, disco que nunca más volví a encontrar y que ojalá ella haya conservado.
Pasado eso tuve un hijo, el pequeño más lindo del mundo y no tuvimos mejor idea con su madre (la primera del orden cronológico) que ir a verlo en el Teatro Solís, y de llevar a nuestro hijo de dos meses! y ahí lo vimos en un concierto que debe de haber sido de los mejores que he visto, empezó con Taddei saliendo a la parte del público, solo con su guitarra y sin amplificación de la voz a cantar Recordándote de Zitarrosa, una canción de esas que también queda dentro por el resto de la vida, en mi caso, con la voz de Taddei, mi niñito dormido en mi falda oyendo todo lo que pasaba, entrando en su cabecita a través de su oído. El Solís completamente en silencio, con la voz profunda de este señor resonando en todo el teatro, fue un momento muy salado.
Dormite tranquilo es una de las favoritas de Joaco (el pequeño en cuestión) a la hora de dormirse.

Aquí el video de eso (y seguimos)

Luego de eso, no se si salgo hoy, siempre sonando conmigo, así como abri el calefón y muchísimos temas más, llegó 2014 cuando lo volví a encontrar, en la sala Hug Balzo (con la tercera señorita del orden del tiempo), ella me había regalado el cd y dvd intuitivo, rastréandolo por todas partes hasta que dio con él, luego me lo robaron del auto (y nunca más lo tuve), allí estaba otro de los temas que marcaron todo lo que pasaba en aquella relación, o que al menos así sentía y se convirtió en uno de los favoritos de esta mujer, canción que todavía remueve un montón de cosas cuando la escucho, así como mi pobre versión a guitarra acústica de no se si salgo hoy.

(aquí ese video y seguimos)

El toque en la sala chica del auditorio del Sodre fue una muestra más de aquello que les decía, del cariño, de la sencillez, del disfrute a pesar de que muchísimas de sus canciones hablan de cosas tristes, era ese momento en los que uno podría quedarse toda la vida, pero la vida siguió y solo nos resta volver a encontrar ese tipo de momentos. Y ella se fue, pero todo eso quedó, y ahora murió Taddei y es como una especie de demostración que hay cosas que nunca volverán.
Cuando recién empecé a escucharlo y a convertirme en una suerte de cantor con guitarra leí en la revista corcheas una entrevista con él, en que decía que su laburo principal en ese momento era el de repartidor de alfajores y yo ya a fines de los noventa preguntándome como podía ser que un tipo con esa voz, esas canciones, ese presente y el futuro que luego marcó a su música podía ser desconocido para algunos uruguayos, ni que hablar para el resto del  mundo. Y pasa que el loco se sentía bien también estando en esos teatritos chicos, cantando con su hermana, haciendo discos que siempre fueron a contracorriente de lo que en aquel momento se escuchaba y bueno, ahora me viene a la mente el final de la canción chau chau donde al fin del estribillo decía "pero me llevo contento" y eso es ojalá lo que hubiera pasado. Más allá de que la muerte siempre trae tristeza, cuando la muerte te encuentra habiendo podido ser consecuente, sencillo, humilde y tan buen músico, es el mejor recuerdo que puede quedarnos a los que solo lo conocimos así. Y bueno Claudio, donde quiera que estés, este es el sencillo homenaje de este lugar, la promesa de que tu música seguirá sonando siempre y que todos esos recuerdos que tengo de cosas tuyas calaron bien hondo, y que sos el modelo a seguir como tipo que intenta hacer música.

Un abrazo gigante, a la mayor distancia que la vida nos puede poner (la muerte), pero que achicamos cada vez que te vuelvo a escuchar, la lluvia cae inclemente sobre Balneario Las Flores, como adecuando los sentimientos al clima.
no es la despedida, sino un hasta luego que les dejo con algún temita más de esos salados de Taddei, salú!
























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