miércoles, octubre 19, 2011

Un pancho para Peter

Estimados, en esta ocasión les dejo un videíto editado recientemente como trabajito en joda para la escuela de cine. Se trata de un bizarro documental que se rodó en un desfile de modas... Abrazo grande.

sábado, septiembre 24, 2011

Post en stereo

este será un post en estéreo publicado también en The Fucking Wookies... Abrazo grande


Estimados, la cosa ta en plano rodaje, los temas se van mezclando y de a poquito lo que sería un disquito indie de 13 temas o un pseudo ep de 7 (el tiempo lo dirá) se va armando... dejo 4 temas a continuación para que sean juzgados, el 1ero. con pasta de corte de difusión, con el Aldo en la bata y videoclip próximo a filmar.



El segundo, un temita onda indie rock con el Roco en bata y el oveja en bajo, la dosis de distorción...



El tercero, el corazón (como un souvenir), 100% casera pero que pareciera que tiene que quedar así... un tema tristón, autocomplaciente y completamente cuestionable!!!



Bonus Track:
Para terminar un cover poco esperable... en una versión demo







Y el link de descarga para quienes tengan costumbres masoquistas es
http://www.badongo.com/file/25777657

miércoles, septiembre 21, 2011

Los Raros

Poema del Buko levantado de Hankover.


LOS RAROS: Charles Bukowski.


LOS RAROS

aunque no lo creas
hay gente
que vive la vida sin
apenas
conflictos y
con muy poca angustia.
visten bien, comen
bien, duermen bien.
están satisfechos de
su vida
familiar.
a veces
se apenan
pero con todo
viven tranquilos
y a menudo se sienten
de fábula.
y cuando se mueren,
se mueren
dulcemente, por lo general mientras
duermen.
aunque no lo
creas
existe gente
así.
pero yo no soy uno de
ellos.
oh, no, no soy uno
de ellos,
disto
mucho de
parecerme
a ellos,
pero ellos están
ahí.
y yo estoy
aquí.



Extraído de Poemas de la última noche en la tierra. Charles Bukowski, traducido por Eduardo Moga. DVD ediciones, 2004.
Atamente recomendable.
En plan de reedición de post viejos y entre los que puede considerarse de los mejorcitos de este antro de perdición virtual encontré este, que fue publicado por primera vez en agosto de 2009, fruto de un tiempo complicado en la cabeza y que parece no querer irse más, los fantasmas del pasado, como perros ladran a coro, en una noche sin luna.

Abrazo

Todos los martes a las tres (en la ciudad de Cuajo)


Una aclaración antes de comenzar... el nombre de la ciudad refiere a una cuestión que solo una persona podría enteder, esa persona jamás lo leerá, pero con gusto, y cerveza mediante será contado a los curiosos /as que lo deseen... ahora si, un pseudo pequeño escrito




En la ciudad de Cuajo los recuerdos son arrancados de raíz y se secan al sol en las afueras.
Los pájaros cantan todos los días distinto, para que sus habitantes no asocien esa mañana con otra parecida.
Los deseos se queman con la basura y la gente saca los planes de esos que son de a dos y los anhelos, todos los martes a las tres, cuando pasa el camión. Nadie se pregunta donde van, ni que pasa con ellos. Vuelven a sus casas, se miran al espejo y éste les devuelve una cara nueva, que sonríe. Satisfechos se sientan a mirar la tevé, sin recordar que había en aquella bolsa.
En la ciudad de Cuajo todos tienen sonrisas de comerciales de pasta de dientes.
De los árboles crecen fotos en blanco, las flores no se pueden arrancar y los perfumes están prohibidos, todos excepto uno, el que llevan todos.
Aunque de vez en cuando en la ciudad también ocurre algún problema.
Alguna foto que nace en pleno otoño con una cara antigua grabada en escala de grises, algún pájaro que por quien sabe que cuestión migratoria termina en Cuajo silbando una tonada triste, o algún tema de Sabina.Un espejo rebelde que empieza a reflejar la misma cara triste todas las mañanas.
Entonces y con la mayor rapidez posible, el árbol completo es prendido fuego, el pájaro derribado a tiros y al que el espejo devuelve la misma cara es desterrado, obligado a llevarse consigo el maldito artilugio reflejante, por si acaso fuese algo contagioso.
Esta persona camina un par de kilómetros y atraviesa un largo puente, sin cruzarse con nadie por el camino. De todas formas, nadie le recordaría. Seguiría por la larga carretera, que pasado el puente se convierte en un polvoriento camino de tierra, salpicado de verdes irregulares a ambas orillas. Se volvería a mirar al espejo para ver si su maldición pudiera haber terminado y desde el instrumento le saluda un rostro vagamente familiar.
Un poco después pasa por el cementerio. Sobre las lápidas no hay nombres, todos fueron borrados.
El hombre levanta una flor silvestre y la deja sobre una tumba. Es la única del cementerio que tiene una flor.
Pero volviendo a la ciudad de Cuajo, allí uno se muda cada tres meses y cambia de trabajo y amistades con la misma frecuencia. Cuando por algún motivo una chica y un hombre pasan más de seis mese juntos, y la relación es estable, sin sobresaltos, con los guiones perfectamente escritos, armoniosa sólo con lo justo de pasión y deseo, se mudan a la ciudad de Comodidad, que dista a un par de horas de viaje.
Aunque por desgracia a veces en Cuajo se cruzan dos ex amantes. Si alguno de ellos se llega a reconocer, las autoridades actúan con la celeridad a que nos tienen acostumbrado, enviando al memorioso rumbo a la región de Olvido. Mientras que el amnésico puede continuar con su feliz existencia en la ciudad.
En Cuajo las calles no tienen nombres y todos los cafés se llaman igual. No existen playas ni ramblas y el curso de agua más cercano es el que pasa debajo del puente que marca el límite de la ciudad. Las plazas son enormes lagos de cemento con bancos en los costados, todos iguales.
En Cuajo nunca llueve más que tenues lloviznas de verano con sol, ni hace demasiado frío y las estufas de leña están prohibidas.
Todos cumplen años el mismo día y en esa fecha la ciudad se llena de borracheras sin alcohol, puesto que también está prohibido.
En las noches no se ven las estrellas que están tapadas por las fuertes luces de la ciudad, pero cuando por algún extraño motivo ocurre un apagón y las pequeñas luces titilantes cubren la noche, siempre alguno hace sus maletas y se marcha de la ciudad, u otro salta desde un alto edificio. Los menos, jamás se acostumbran a vivir en Cuajo y al cabo de un tiempo se los podría ver caminando por el viejo camino de salida, con la cabeza vuelta hacia arriba, viendo las estrellas de una fresca noche de primavera, cantando alguna vieja canción, añorando lo que ya nunca más volverá.

En la ciudad de Cuajo, estas páginas fueron quemadas en la plaza pública, ante los ojos felices de los habitantes, y a mi me desterraron a Olvido. Al final todos los de Olvido soñamos con mudarnos a Cuajo.
Los ciudadanos de Cuajo duermen tranquilos por las noches, y jamás un sueño les perturba el sueño.

domingo, agosto 21, 2011

De extravíos y caminos equivocados

Estimados, ¿como es que están uds.? en esta ocasión seguiré con el viaje aquel a estaciones perdidas que hube de hacer en marzo de este año. Este capítulo trata de uno de los momentos más complicados que tuvo el trayecto.
Salido de Palermo, antes de mediodía, previa foto de la estación y de una parada que el tren tenía en el trayecto, parada que constaba de una casillita de chapa que soportó heroicamente el paso de los años...



Todo marchaba según los planes, recarga de nafta en un almacén en medio de la campaña, una cervecita bajo la sombra de un árbol y seguir en busca de la siguiente estación, Hernandarias. La cuestión es que en determinada parte del camino, el mismo se bifurcaba transformándose en dos que iban en direcciones completamente opuestas.
Primeramente seguí hacia la izquierda, andados más de 15 minutos y con un camino de tierra que lentamente devenía en huella nada más, llegué a la conclusión de que probablemente había errado la dirección, volví tras mis pasos (más bien tras mis ruedas) tomé el otro camino. La ruta que en algún momento si seguía rumbo al este debía divisar se hacía esperar... La estación Hernandarias perdida definitivamente.
La idea era seguir hacia la siguiente, estación Gallinal. Los primeros quince minutos se transformaron en media hora y este nuevo camino venía convirtiéndose en una extraña huella cubierta de piedras y campo sin límites a ambos márgenes del mismo.
El tanque de nafta iba perdiendo lentamente sus reservas y yo con la idea de que si hacía cincuenta quilómetros más sin encontrar señales de civilización debería de volver a Palermo como pudiese y recargar nafta allí, pero con todo el día perdido.
Kilómetros más tarde, mientras la desesperación del andar en una moto en un camino de tierra absolutamente perdido y vacío de toda forma de vida un ñandú salió desde uno de los campos y se puso a correr por delante mío, si, un ñandú!!!.
tomé la cámara y con la moto en marcha atiné a hacerle una foto, que evidentemente no ha sido de lo más clara, pero que ampliada se puede ver al pobre bicho corriendo a más de sesenta km. por hora.



Seguí al ñandú y cual canción que podría haber escrito si el espíritu de Drexler se hubiese instalado en mi, podría decir que un ñandú me trajo hasta aquí.
Ese hasta aquí resultó ser una suerte de tumba de grandes dimensiones... una tumba si. En ese momento se me ocurrió que quizás aquello era un presagio y que mi ñandú benefactor quizás fuese en realidad un ñandú carroñero que arrastraba a individuos que buscaban estaciones de trenes campo adentro para comérselos posteriormente a la sombra de esta tumba:



Superado ese primer momento de pensamientos extraídos de la peor película de terror de clase B jamás realizada miré hacia mi derecha y encontré una construcción. Una señal de civilización. Me acerqué en la moto y resultó ser una escuelita rural de nombre Molles de Timote y que según revelaba una fecha habría sido construida en 1912.
Me acerqué a la puerta y un rato después salió una maestra de pasados los cuarenta años, bastante extrañada de ver a semejante extraño en esos parajes. Le conté un poco la peripecia y solicité con mi mejor cara de citadino extraviado (muy parecida a la de perro mojado que suele funcionar con algunas mujeres) alguna indicación sobre como llegar a la estación Gallinal y luego encontrar la ruta que llevaba a Sarandí del Yí y que pasaría por Montecoral, Capilla del Sauce y finalmente a Tabaré, estación final de este primer recorrido.
Este terminó siendo un post de viaje de estaciones, pero sin fotos de estaciones de tren, a continuación foto de la escuelita, un saludo grande a la maestra que me devolvió a la civilización y otro grande al ñandú y otra fotito de cuando volví a la ruta 6.
Abrazo más que grande!!!




(escuela rural Molles de Timote)



(la poderosa, jejeje)

sábado, agosto 20, 2011

Nostalgias

Estimados, que sería esto sino una suerte de ensayo fracasado sobre esta necesidad cuasi masoquista que transcripta como concepto podría implicar la tan conocida "noche de la nostalgia". Pero para evadir esta tristeza que la nostalgia trae consigo, las personas han decidido de alguna manera hacer una suerte de nostalgia selectiva. Así, en la noche del 24 de agosto las parejas salen con sus parejas actuales, a escuchar música que quizás jamás han vivido, a emborracharse un tanto y compartir con su otro yo unas horas de nostalgia selectiva, en la que se hace mención a los momentos que esa pareja ha vivido.

Ahora, digo yo, ¿no sería más justo con la idea de esta noche salir con aquella mujer que nos ha dejado hace tiempo? ¿esa que uno no puede olvidar a pesar de los años y las cosas que la vida nos regala? imaginénse queridos y queridas lectoras... esa noche reinara una impunidad absoluta, por la que las parejas se escapan con sus antiguos amores a compartir una noche en la que el tiempo vaya hacia atrás y nos haga recordar los momentos que con nostalgia guardamos sobre nuestros/as ex. ¿No sería algo más lógico y fiel a la idea de la noche de la nostalgia? ¿No sería una alternativa mucho más sana y feliz que la de andar con nostalgia todo el resto del año? ¿del preguntarse que será de aquella persona con la que en un momento fuimos uno? ¿y la posibilidad de saberlo al fin? ¿de poder preguntarle como está? ¿si es feliz? y por consiguiente, alegrarnos un poco el corazón si la respuesta fuere positiva...

en fin, este post de regreso habla de regresos ficticios, muy a tono podría decirse, jejeje.
Abrazo grande para uds. queridos/as amigos/as .

PD: de ahora en más utilizaré cualquiera de los dos géneros en la definición de palabras y tendrán que darse por aludidos todos.

Para todos el tangazo Nostalgias, pero por Calamaro

sábado, junio 18, 2011

Ve con él

Bajé otra navidad en las trincheras... si, un delito lo se, pero esperen antes de condenarme públicamente y escuchen mis razones!!! mmmm.. ninguna en realidad, sólo quería escucharlo de nuevo, puesto que mi copia anterior en cassete y que databa de los años noventa y que escuchábamos con mi mamá en el auto a escondidas, como si de fumarse un faso se tratara estaba extraviada desde quien sabe cuando!! y además, pongo de manifiesto mi intención de comprar la antes dicha placa original en cuanto la encuentre en alguna maldita disquería!!!
Más allá de esto, recordé auditivamente un temazo de este disco como es Ve con el, canción de la que he robado frases muy seguido en estos últimos tiempos, siendo la más utilizada: "Ve con el, si el sabe como tratar a una mujer" y alguna que otra vez una de las mejores del tema: "Yo te i love you aunque no insista" y por este motivo es por el que el homenaje a la canción de este mes será a Ve con el del Cuarteto de Nos, que a los más puristas y ortodoxos nos gustan mucho más los discos mas añejos como este clásico "Otra navidad en las trincheras"

A continuación el tema y un abrazo grande de quien escribe estas líneas (abstenerse sobre hacer chistes con las líneas, que algunos estamos aún superando las abstinencias del caso, jajaja)